Los equipos inerciales son dispositivos accionados por el ser humano que funcionan como un yo-yo infantil invertido y que funciona sin alimentación externa. Convierte y almacena la energía producida durante la acción concéntrica para ser absorbida o resistida en la acción excéntrica posterior. Utilizan un volante ligero (contrapeso) accionado por una correa resistente, que continuamente cambia de dirección y se envuelve alrededor del eje del volante. Enrollado desde su posición inicial, cualquier accesorio (mango, chaleco, palanca o polea) que se adapta a la correa es tirado o empujado por el usuario para iniciar el giro o movimiento del volante. La energía es almacenada y utilizada por el usuario debido a que la correa se cicla de forma continuada alrededor del eje del volante. A medida que el esfuerzo y la fuerza aplicada aumentan, se almacena más energía en el sistema y se genera mayor energía cuando aumenta la velocidad de rotación.
Esta tecnología avanzada se diseña utilizando los mejores y cuidadosamente elegidos materiales y componentes. El uso de poleas de alta calidad, correas de nylon y costuras, rodamientos de primera clase y el trabajo del tornero con el aluminio, producen una sensación potente, natural y suave. Por lo tanto, a diferencia de la inmensa mayoría de las máquinas de placas de peso, los equipos inerciales prácticamente no tienen fricción. Esto es clave en la optimización de la eficacia fisiológica de cualquier máquina de ejercicio de resistencia. La naturaleza de la solución técnica y la selección de materiales garantizan un mantenimiento mínimo de la máquina.
El volante de inercia (contrapeso en aluminio fundido) reemplaza al hierro.
Los productos inerciales utilizan un volante ligero en lugar de hierro, como fuente para ofrecer resistencia o potencia, para ofrecer resistencia ilimitada, una resistencia concéntrica ajustable y moderada que permite la sobrecarga excéntrica.
CÓMO
FUNCIONA?
Se basa en un volante de inercia cuyo eje está fijado a una estructura de soporte. Uno de los extremos de una cinta de transmisión se enrolla alrededor de dicho eje, mientras que el otro se fija a distintas piezas desde las cuales se puede ejercer tracción. Al tirar de la cincha durante una acción concéntrica y, al finalizar la acción, la cincha sigue girando gracias a la inercia. Después de dejar rebobinar la cincha, el ejecutante ha de ejercer una resistencia para desacelerar la rueda y frenarla. Lo que hace que la sobrecarga excéntrica sea superior a la concéntrica es que el desplazamiento angular de la acción excéntrica es menor (Tous, 2010).